domingo, 7 de abril de 2013

MIS MOTIVOS CONTRA EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO

Augusto Lostaunau Moscol *
El día de ayer, lunes 01 de abril de 2013, un alumno me preguntó si sería bueno o malo que en el Perú otra vez se aplique el Servicio Militar Obligatorio. Me apuré en decirle que no, luego una muy escueta fundamentación para, poder iniciar la clase y cumplir con el programa del curso. Entonces, sentí un mea culpa por haberme dejado presionar por “el cumplir sea como sea con el programa impuesto por algún burócrata del Ministerio de Educación” y no responder adecuadamente y en forma extensa con un problema que afecta y afectará directamente a miles de adolescentes y jóvenes del Perú, entre ellos, varios cientos son mis alumnos. Parece que al Ministerio de Educación le agradan los docentes que “cumplen con los programas” y, dejan de lado lo más importante: formar ciudadanos del futuro. Por ello, la educación ya tiene varias décadas de fracasos. Y lo que es peor, seguirá fracasando.

Como dije, la respuesta fue rápida y la fundamentación muy escueta. Ahora quiero, sin llenar decenas de hojas, explicar un poco más mi oposición al SMO.
1) EL SMO ES UN FRACASO HISTÓRICO. En el Perú, el SMO es un fracaso histórico porque, jamás fue obligatorio para todos. Siempre hubo quienes no fueron al SMO; y, contrariamente, siempre hubo quienes si tenían que ir al SMO. Entonces, si la Ley del SMO no se aplica en igualdad para todos, es un fracaso de carácter histórico porque siempre fue así.
2) EL SMO FUE UNA MANIFESTACIÓN DE CLASISMO. En el Perú, el SMO fracaso porque se impuso el clasismo sobre el reclutamiento. Los jóvenes que realizaron SMO eran parte de las clases populares: campesinos pobres, obreros, ambulantes, desempleados, etc. Casi la totalidad de los jóvenes provenientes de la clase dominante, no realizaron el SMO. Se supone que si tiene el carácter de obligatorio, debieron haberlo realizado desde el hijo del desempleado hasta el hijo del Presidente de la República, pasando por el hijo del proletario y el hijo del banquero.
3) EL SMO FUE UNA MANIFESTACIÓN DE RACISMO. Ser recluta en el Perú significaba pertenecer a esa gran masa de andinos, amazónicos, cetrinos, cobrizos y negros que conforman las grandes mayorías del Perú. La tropa era indígena y negra mientras que, la oficialidad era blanca.
4) EN SMO JUSTIFICÓ EL ABUSO Y LA CORRUPCIÓN. Bajo el pretexto que “los reclutas se preparan para la guerra” (sobre todo contra Chile y Ecuador), a los reclutas se les golpeó y denigró en niveles impensados e inimaginables para quien no pertenece a las clases populares. El rancho (menú) de los reclutas gozaba de un presupuesto que los oficiales festinaron. Era normal que el rancho esté conformado por arroz de última calidad, frijoles descompuestos y carne de animales que en algunas casas serían mascotas mimadas. Así, los gastos en comida se reducían aunque, el dinero “ahorrado” jamás fue devuelto a las arcas del Estado. Quizás sirvió para pagar las universidades particulares de algunos hijos de Generales o Almirantes o, para los viajes de estos con sus esposas (y amiguitas). Los reclutas cuidaban los carros de los invitados en las fiestas de matrimonio o quince años de familiares de los oficiales, otros fueron mozos e incluso limpiaron los locales una vez terminadas las fiestas. Además, las donaciones de sangre en forma masiva aun es algo que no se investiga (y quizás nunca se investigue).
5) EL SMO FUE MACHISTA. Porque muchos adolescentes y jóvenes fueron enviados al SMO “para hacerse hombres”. Los golpes, el trabajo físico exagerado, el abuso personar serían importantes para “formar el carácter del verdadero hombre”. Así, quienes fueron al SMO miraban con desprecio a quienes no fueron. El ex recluta (que aquí en el Perú son conocidos popularmente como licenciados), tildó siempre de “maricón” a quien no quiso ir al servicio. Además, el SMO se supone que era “obligatorio” aunque la gran mayoría de las mujeres no lo hacía “porque eran mujeres pues”. Es decir, “débiles y se ponen a llorar”.
6) EL SMO NO FORMÓ CIUDADANOS. Los ex reclutas –muchos de ellos ex combatientes, ya sea en guerras externas o contra los grupos alzados en armas- jamás fueron reincorporados a la sociedad con todos sus derechos y deberes. Siempre se pensó que los ex reclutas sólo sirven para trabajar en seguridad o de serenazgo municipal.
Por estos motivos estoy en contra del SMO. Y, quizás hoy ya no es como antes pero, en lo más sustancial, el SMO en el Perú sigue siendo clasista, racista, excluyente y perpetuará una visión del país donde, necesariamente existirán los que siempre van a mandar y los que siempre van a obedecer.
*Historiador y docente en la UNMSM.

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